“Bigüezal/Biotzari […] Se abandona el lugar con amplio camino que, en dirección E. N.E., pasa junto al cementerio. Más adelante se interna en monte bajo y, entre bojes, describe varias vueltas ascendentes, ya con marcado rumbo al Norte.

A los 30 minutos, en un altozano a la derecha del camino y muy próximo a éste, existe el dolmen Faulo muy bien conservado y con indicios claros de ser aprovechado como cobijo. Inmediatamente se dobla el contrafuerte de la montaña, dándose vista a la ermita de San Quirico”.

Francisco Ripa, C. D. Navarra (Pyrenaica, 1952)

“Fué descubierto por F. Ripa, que dió noticia de él en la revista Pyrenaica, de Tolosa, en 1952. Que este dolmen fuera conocido no tiene nada de particular, pues se halla a la vista de la ermita de San Quirico con gran visibilidad sobre una loma y es ya tradicional que el día de la romería del Santo la población escolar efectúe una visita al dolmen bajo la dirección de los maestros; por ello era conocido de casi todos los habitantes de Navascués y Bigüezal, en cuya línea divisoria se alza”.

Maluquer de Motes, 1955

En 1952 el afamado prehistoriador Maluquer de Motes se hizo cargo del servicio de excavaciones de Navarra, y en el verano de 1953 estuvo en la zona de Romanzado y Navascués excavando en varias cuevas y dólmenes, algunos descubiertos por ellos, entre ellos el dolmen de Faulo.

El dolmen de Faulo, con su vistosa estructura, ha sido importante para el estudio de la prehistoria navarra. Ubicado a 1.020 m. de altitud, tiene un túmulo de piedras de 12 m. de diámetro y una altura que llega a 0,65 m. La cámara central de piedra es de 1,60 por 0,90 m. las losas centrales miden entre 1,25 y 2,28 m.

Aunque en la excavación se encontró poco material, fue de gran interés, con restos de seis individuos, cerámica campanifome, poco usual en estos enterramientos, alguna punta de flecha… e incluso un pequeño utensilio de hueso que fue definido como un posible silbato.

Desde su emplazamiento se puede disfrutar de una vista excepcional del Valle de Romanzado.