Bigüezal

Habitado desde la prehistoria, destacan sus dólmenes y el Abrigo del Padre Areso, como referencia en la arqueología navarra.

Aún se recuerdan algunos oficios antiguos. A finales del siglo XIX almacenaban nieve, que luego vendían. Otro oficio habitual fue el de cucharero, y también el de carbonero. Para vender el carbón las mujeres iban hasta Sangüesa. En 1957 el cañadero aún cobraba el peaje a los rebaños que pasaban por la cañada.